Firmando en ferias

Firmando en ferias

Si seguís este blog sabéis, de sobra, que soy librera. Quizá, de rebote, sabéis que soy lingüista. Y probablemente por intuición que soy una sensiblona. Pero lo que (quizá) todavía no sabéis es que soy escritora. Quizá no lo sabéis porque me dedico a gritar a los cuatro vientos muchas cosas, pero a día de hoy, sigo diciendo entre susurros que «a veces escribo cosas». No es del todo cierto. Escribo todos los días y tengo publicada una novela que, aunque no me eleva a la categoría de Mercè Rodoreda, está bien hilada y trata temas muy complejos desde una perspectiva dulce y divertida.

En constante evolución

Escribí Lengua Secreta durante la pandemia. No era la primera novela que escribía, pero fue la primera que me atreví a enviar a alguna editorial. El 26 de diciembre del 2022, que es el cumple de mi hermano, estaba en mi librería, que por aquel entonces era física. Entró una mujer con mucho poderío y cuando se fue (sin comprar nada) pensé en lo mucho que podría hacer con la librería si tuviera un poco más de dinero. Me podría haber tocado la lotería o podría ser una autora de éxito. Entonces pensé que no había comprado la lotería y que no le había enviado a nadie ninguna novela. Eso no es mala suerte, Judith, es la conscuencia de unos actos que no haces. No compré la lotería porque en realidad, me da igual ser rica. Pero sí que envíe el manuscrito.

Hace un año que se publicó Lengua Secreta. Ya va por la segunda edición. Y es curioso porque debería estar dando saltitos por mi comedor. Sin embargo, todavía hay mañanas que me levanto con el síndrome del impostor pegado a las suelas de las zapatillas. Cuando me preguntan de qué va la obra respondo con un hilillo de voz, impropio de mí, que suelo hablar muy deprisa y bastante alto. Algunas veces hasta me sorprendo a mí misma diciendo los defectos que tiene la novela y no ensalzando las características que la hacen única. Me excuso diciendo que se me da mal vender lo propio. La realidad es que se me da genial alimentar mi inseguridad. Y tengo un miedo estúpido a parecer una engreída, una sabionda, una empollona, una listilla. Probablemente porque han utilizado mil veces esos adjetivos para hacerme pequeña y al final, me los digo a mí misma para no dejarme crecer.

El 31 de diciembre del 2023, estaba en Cádiz. Mientras me comía las uvas pedí deseos (soy una romántica). Hoy, que estamos a mayo, pienso en esos deseos y no me identifican. Me llama la atención porque, según los parámetros sociales, los cambios interiores se dan a principio de año, pero yo llevo cinco meses en el 2024 y justo en abril empecé a sentir esos cambios. Desde que empezó el curso he ido viviendo una serie de circunstacias, en apariencia pequeñas, que han ido modificando de manera muy drástica mi forma de ver el mundo y de verme a mí. Estoy más abierta para comprender las acciones de una forma más calmada.

Esta semana como autora

Esta semana me han invitado a dos Ferias del Libro, a la de Valencia y a la de Castellón. Y ojo, porque resulta que también voy a ir a la de Madrid, en junio.

La ilusión inicial se fue entremezclando con otras emociones que no sabría muy bien explicar, pero que tienen un foco muy claro: el miedo. Porque conocerse es observar con admiración todo lo bonito que eres, pero también afrontar que tienes rarezas y partes oscuras de las que te avergüenzas. Y ahí estaba la Judith orgullosa de estar en un puestecito como autora, con un cartel al lado que lo corrobora, delante de desconocidos que pasarían y dirían: -Esa chica ha escrito una novela. Orgullo.

Pero a vez, estaba la Judith que sabe sus debilidades: que sabe que necesita conocer todo el espacio antes de ir, la que tiene que hacer esfuerzos por no taparse las orejas cuando pasa por delante de un altavoz con música que no reconoce, la que tiene serios problemas de concentración si hay luces muy blancas, la que de pronto pone caras de incomodidad y no sabe cómo sonreír para que no se le note que saldría corriendo si pudiera. La Judith con alergia a los plataneros que iba a firmar en un parque lleno de árboles. El problema no es la Judith que se conoce y va con la ilusión por bandera a pesar del espacio, el ruido, la gente. El problema real es que esa Judith mientras va de camino no para de pensar por qué: por qué soy tan complicada. Y en esa complicación viene la inseguridad de antes, el miedo y el síndrome del impostor. Un cóctel muy poco agradecido, para unos eventos tan preciosos.

 

¡PERO ALTO! ¿Os acordáis de lo que os he dicho antes? A mitad de año se produce mi diciembre atrasado, mi momento de las revelaciones. Así que el trío-la-la-la (yo, mis emociones y mis pensamientos) nos fuimos a la Feria de Valencia y, después, a la Feria de Castellón y nos lo pasamos muy bien.

Las firmas

Al volver las ferias mi familia y mis amigos me preguntaron cuántas novelas había vendido y firmado. Entiendo que ellos me ven como si fuera J.K.Rowling, pero soy Judith Gallardo y aunque esté trabajando mi autoconcepto, hay que ser realistas. En una Feria hay un montón de casetas, con un montón de libros y con un montón de autores, algunos además influencers.

Pero disfruté del momento y me pasaron cosas muy bonitas:

  • Firmé Lengua Secreta a una chica que pronto será mamá. Así que escribí por primera vez una dedicatoria doble.
  • Estuve hablando con Nacho, el editor de La Consentida, durante una hora y media. Gracias a esa conversación he tenido material suficiente como para hablar conmigo misma durante días.
  • Me encontré con tres profesoras del insti en el que estaba haciendo prácticas (me hizo mucha ilusión).
  • Anoté varias novedades literarias que me quiero leer sí o sí antes de que termine el año.
  • Me reencontré con una autora local que hacía mucho tiempo que no veía.
  • Me tomé una horchata que estaba tan rica que me entraron ganas de llorar.
  • Conocí a un autor que también había escrito una novela sobre su yaya.
  • Me encontré con dos alumnas que son muy especiales y nos pusimos todas muy contentas.

E aquí mi don, mi éxito: vivir esta experiencia con una vibración tan bonita. 

Fotos de los eventos

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